¿Qué impide que las madres amamanten libremente en México?

Amamantar es un derecho universal que debe ser protegido por gobiernos e instituciones, ya que es esencial para la dignidad, la igualdad y la libertad de la madre y el niño.

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Una madre que amamanta en un espacio público no solo alimenta a su bebé: ejerce un derecho humano reconocido desde 2016 y, al mismo tiempo, garantiza que su hijo reciba un alimento vivo, único e irreemplazable. La lactancia materna es un acto de amor y de salud que debe ser respetado, protegido y apoyado desde el nacimiento. 

Amamantar es un derecho universal que debe ser protegido por gobiernos e instituciones, ya que es esencial para la dignidad, la igualdad y la libertad de la madre y el niño. Esto se escucha muy bien, y se pudiera pensar que cuenta con todo el respaldo que se requiere para que el amamantamiento sea posible en todas las familias; sin embargo, la realidad es otra, por lo que la lactancia materna requiere de sistemas sostenibles que realmente la impulsen a ser una estrategia de equidad desde el nacimiento.

En un protocolo reciente de la Academy of Breastfeeding Medicine (ABM) menciona que la mujer que recibe educación prenatal en temas de lactancia materna tiene mayor probabilidad de iniciar la lactancia, amamantar por más tiempo y tiende a dar lactancia materna exclusiva, particularmente si se complementa con acompañamiento postparto. Aquí es donde es importante analizar la palabra equidad, la cual se refiere a dar a cada quien lo que le pertenece y necesita, ajustando los recursos y apoyos para garantizar la justicia y la igualdad de oportunidades. 

Analicemos juntos: ¿Es la lactancia materna un derecho que puede garantizarse a todas las mamás? ¿Existen los recursos y apoyos necesarios desde el nacimiento para que toda mamá que desea amamantar lo logre? ¿Se le brinda a la mujer embarazada información actualizada y en etapa de postparto un acompañamiento cercano para asegurar que se logre esa lactancia que tanto anhela? Y, por último, si pensamos en las comunidades rurales de nuestro país ¿es accesible la información y el acompañamiento de un profesional actualizado en temas de lactancia materna?

Hay mucho qué reflexionar. Es momento para saber cómo se podría lograr esta estrategia, pero sobre todo ser conscientes de cuál es nuestra realidad en temas de lactancia materna. Cuando una mujer se embaraza recibe atención médica —ya sea en el sector público o privado— y, en algunos casos, información muy general sobre lactancia. Si la futura mamá cuenta con recursos para tomar un curso psicoprofilactico es probable que profundice un poco más en el tema, de lo contrario, suele llegar al nacimiento con apenas pinceladas de información. Al tener al bebé en brazos surgen dudas y situaciones que, si no son atendidas de manera oportuna por profesionales capacitados y actualizados en lactancia, pueden marcar la diferencia entre continuar o abandonar este proceso. Así, lo que pudo ser un comienzo lleno de confianza y acompañamiento termina muchas veces en el fin de la lactancia.

Es clave abordar ¿qué sucede en el hospital? Lo que se vive en los hospitales tanto públicos como privados es quedar a expensas de si la enfermera que entrega al bebé cuenta con conocimientos básicos en lactancia materna, de ser así la mamá podría lograr un agarre efectivo y comenzar a brindarle calostro, que es la primera vacuna que le regala. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos la mamá no cuenta con esa guía crucial para poder lograr la lactancia materna en esa primera hora de vida. Es primordial cubrir esta necesidad y que el apoyo sea activo, ya que muchos hospitales y sus profesionales de salud dicen apoyar la lactancia, sin embargo, la realidad en México es que solo el 34.2% de los bebés menores de 6 meses recibe lactancia materna exclusiva, debido a factores tanto a nivel individual como estructural. 

Continuar así nos llevará a rezagarnos en las metas que tenemos en temas de lactancia materna para el 2030, por lo que es importante accionar ya, desde donde estamos, llevando apoyo activo a los hospitales que es donde se llevan a cabo la mayoría de los nacimientos en nuestro país.

¿Qué tipo de apoyo se requiere? Se pueden plantear a corto plazo dos maneras diferentes de abordar esta situación en hospitales públicos y privados, la primera es: Contar con profesionales en lactancia certificados y actualizados que puedan apoyar a iniciar la lactancia en la primera hora de vida. La segunda, sería capacitar al personal de enfermería, así como a pediatras/neonatologos a contar con conocimientos básicos en técnicas de lactancia, así como extracción y manejo de leche humana. En esta última, es clave mencionar que en caso de no poder cubrir las necesidades de la mamá lactante, deben referirla a una red de profesionales en lactancia que apoye de forma cercana.

Todas las que conocemos de cerca el tema de la lactancia materna sabemos que el acompañamiento que necesita esa mamá para lograr la lactancia debe ser por varios meses, no es solo cuestión de una asesoría de 60 minutos sino es un acompañamiento que va desde el embarazo hasta el destete. 

En Mérida Yucatán hemos implementado capacitaciones a personal de enfermería, las cuales se han replicado en otras entidades, como Querétaro, Hidalgo y Ciudad de México. Al contar con personal capacitado se comienzan a notar los cambios; sin embargo, hace falta más personal por capacitarse y más tiempo para poder medir los resultados. Desde la Fundación Mexicana de Lactancia Humana estamos plenamente convencidas de que los pequeños cambios van sumando para lograr las metas como país queremos alcanzar.

Este 2025 celebramos el 10° Foro Nacional de Lactancia Materna, un espacio que no solo nos invita a la reflexión, sino también a la acción colectiva.

*Aline Gámez Quintana es Directora de Fundación Mexicana de Lactancia Humana A.C y miembro activo del Pacto por la Primera Infancia.

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