Pese a los poderosos argumentos científicos, evidencias robustas y prácticas internacionales exitosas sobre la importancia de priorizar e invertir en la primera infancia, además de la conveniencia en términos políticos, económicos, sociales y de política pública, así como plantearse como la alternativa más efectiva, pertinente y de larga duración para resolver de raíz los profundos problemas que sistemáticamente aquejan a nuestro país, la agenda de la primera infancia todavía no logra el peso y relevancia que debería asumir en las plataforma electorales y en las consecuentes estrategias, políticas y acciones de gobierno.
Entre las múltiples causalidades es posible afirmar que aún permea en el ambiente público la falsa idea de que la atención y bienestar de los niños más pequeños corresponde exclusivamente a la esfera privada o familiar. De tal manera que la agenda de la primera infancia históricamente no ha logrado posicionarse en la oferta electoral y su posterior concreción en la agenda de gobierno, por lo que las necesidades y preocupaciones permanentes de madres, padres y cuidadores de casi 13 millones de niños de 0 a 5 años no son considerados. En consecuencia, lamentablemente son ciudadanos invisibles.
Para ilustrar lo anterior baste un par de hechos que reflejan esta ceguera política que ha generado un círculo desafortunado entre un amplio sector ciudadano no visible para los políticos, una ausencia de oferta política-electoral pertinente, y débiles e inconexas intervenciones de gobierno en detrimento del desarrollo integral de niñas y niños en primera infancia.
En primer lugar, en las plataformas electorales de los partidos políticos, que son un conjunto de propuestas de carácter político, económico y social dirigidas a los ciudadanos y potenciales electores, al revisar las correspondientes a los 10 partidos políticos nacionales que compiten en el actual proceso electoral, se observa desafortunadamente que, en la mayoría, la agenda de la primera infancia prácticamente es inexistente y en el caso de referencias a la infancia, la niñez o niñas y niños son abstractas, ambiguas y desarticuladas dentro de las correspondientes ofertas y promesas electorales.1
En segundo lugar, de acuerdo a la información obtenida de una iniciativa académica de la UNAM en alianza con el INE, para brindar información valiosa a la ciudadanía sobre los diferentes valores, percepciones y posturas desde la óptica de los propios candidatos, se identifica -valga la contradicción- que dentro de las prioridades en caso de ser electos no se encuentran temas concretos de la agenda de primera infancia, a pesar de que un porcentaje elevado considera que poco o nada se respetan los derechos de niñas y niños.2
Es claro que desde la óptica partidista y de los candidatos, la primera infancia no se ubica como una prioridad. Sin embargo, en contraste a este vacío de ideas y propuestas de los políticos las madres, padres y cuidadores tienen mucho que decirles y exigirles, además de rechazar la invisibilidad impuesta como ciudadanos ante los múltiples problemas y necesidades insatisfechas. Ante esta ausencia de propuestas concretas y ruido de las campañas políticas se realizó una encuesta con representatividad nacional realizada por Parametría, para entender mejor sus inquietudes, problemas, intereses e incertidumbres.
Los resultados obtenidos por la encuesta son un mensaje muy poderoso para los políticos y refuerza la relevancia de la iniciativa del colectivo respecto del llamado público a las personas candidatas a puestos de elección popular y eventualmente futuros servidores públicos, para suscribir compromisos concretos para que las niñas y niños menores de 6 años se conviertan en una prioridad en la agenda política y de políticas:
- 9 de cada 10 votarían por un candidato(a) que se comprometa a apoyarlos para que sus hijos alcancen su pleno potencial.
- Únicamente el 7% recibe algún tipo de apoyo del gobierno para favorecer la salud, aprendizaje, cuidados y desarrollo de los niños bajo su cuidado.
- Entre el 53% y 64% considera que el desempeño de los gobiernos ha sido insuficiente para atender las necesidades de sus hijos.
- Las principales preocupaciones que deben incorporarse como temas centrales en las campañas políticas y que deciden el sentido del voto son educación de calidad, salud, seguridad, apoyos sociales, evitar la violencia y cuidar su alimentación.
Así pues, la agenda de la primera infancia necesariamente debe formar parte de los partidos políticos que participarán en las próximas elecciones del 6 de junio, a fin de que, en el consecuente ejercicio de gobierno, se aborden, inmediatamente y sin dudas, los graves problemas que aquejan a niñas y niños menores de 6 años y se logren progresivamente avances concretos en su nivel de bienestar y protección integral de sus derechos. Es hora de superar la invisibilidad ciudadana de millones de madres, padres y cuidadores de niños en primera infancia colocando sus preocupaciones y necesidades en la agenda pública y ocupándose efectivamente de atenderlas: en ello va el presente y futuro del país.
#LaNiñezImporta
1 Plataformas Electorales 2021. Instituto Nacional Electoral. Disponible aquí.
