Claroscuros presupuestales para la primera infancia

Pese a que se observan mejoras importantes para el presente año, el panorama presupuestal para la Primera Infancia continúa presentando importantes desafíos, sobre todo considerando el contexto actual de necesidad de recursos para avanzar en la estrategia gubernamental de vacunación contra el COVID-19.
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Durante el pasado proceso de revisión, discusión y aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2021 por parte de la Cámara de Diputados, adelantábamos algunos apuntes sobre el escenario que se avizoraba respecto del gasto público orientado a la atención de la Primera Infancia en nuestro país.

En este sentido, con la información definitiva del presupuesto aprobado para la atención de la Primera Infancia para el 2021, agrupados en el Anexo transversal 18, 1 que asciende a un monto de 90 mil 903 millones, se dibuja un panorama de claroscuros para la Primera Infancia durante el presente año:

1.- Si bien es cierto que no sólo se detienen la reducción sistemática de los recursos para la Primera Infancia observada entre el 2018 y 2020, que ha sido de más de 32 mil millones de pesos, sino que se incrementa en casi 11 mil millones; también lo es que pese al aumento presupuestal únicamente se recupera un poco más de una tercera parte de los recursos que disminuyeron en el periodo. En términos reales, hoy se proyecta gastar menos que hace 3 años.

2.- Se mantiene la tendencia de distribución desigual de los recursos del Anexo Transversal de acuerdo al tamaño de la población de los diversos grupos etarios: pese a que la Primera Infancia representa el 33% únicamente recibe el 11% de los recursos asignados en dicho Anexo.

3.- De acuerdo a la clasificación funcional del presupuesto, se observa que la finalidad “Desarrollo social” que incluye las funciones de “Salud”, “Educación” y “Protección Social” concentra el 99% del presupuesto, destacando el incremento en salud de 7 mil 422 millones; sin embargo, se identifican otras funciones del gasto que son muy relevantes y que continúan teniendo una escasa asignación de recursos: “Recreación y Cultura” disminuye un 22% y tan sólo representa el 0.002% del total de recursos y “Justicia” representa únicamente el 0.01%.

4.- Al analizar el presupuesto bajo el enfoque de derechos se observa que en 3 de las 4 categorías se incrementaron las asignaciones presupuestales: supervivencia en 15%, desarrollo en 12% y protección en 49%, en tanto que una disminución del 8% en participación. Sin embargo, subsiste el fenómeno de una distribución desigual de los recursos públicos por categoría de derechos, pues el 99.9% se orienta a los derechos de supervivencia y desarrollo, en tanto que menos del 0.1% corresponde a los derechos de protección y participación, lo cual limita alcanzar una garantía integral de los derechos de la Primera Infancia.

5.- Al revisar la asignación presupuestal de algunos programas identificados como básicos e indispensables para el adecuado desarrollo en los primeros años de vida, si bien se observan incrementos relevantes en programas de salud, como es “Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral”; en general se mantienen la tendencia de reducción en su gasto. Destaca el “Programa para el Desarrollo Profesional Docente” que vio reducida su asignación presupuestal en un 50%, el Programa “Salud materna, sexual y reproductiva” disminuyó en 19%, el Programa “Producción y transmisión de materiales educativos” del Canal 11 cae en un 11%, así como el Programa de “Educación Básica y Comunitaria” a cargo del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) que disminuyó en un 5%.

6.- Se identifica una reducción significativa de los recursos que son trasferidos a las entidades federativas y municipios para la atención de prioridades en materia de salud y educación para la Primera Infancia en el territorio: el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) se redujo en casi 2 mil millones, lo que representa una disminución del 22%; así como el Fondo de Aportaciones Múltiples-Asistencia Social (FAM) que experimenta un recorte del 12%.

7.- Finalmente se destaca el caso del programa “Expansión de Educación Inicial” que de manera global observa un comportamiento similar al del año previo, lo que limita incrementar la cobertura y avanzar de manera efectiva en el cumplimiento de la reforma al artículo tercero constitucional sobre la obligatoriedad de la Educación Inicial, lo novedoso fue que 200 millones fueron etiquetados en Previsiones salariales y económicas del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE) para la creación de plazas para la atención de la Primera Infancia.

Como es posible advertir, el panorama presupuestal para la Primera Infancia pese a que se observan mejoras importantes para el presente año, continúa presentando importantes desafíos, sobre todo considerando el contexto actual de necesidad de recursos para avanzar en la estrategia gubernamental de vacunación contra el COVID-19. Habrá que estar muy atentos al ejercicio efectivo del gasto público orientado a la niñez, dado el riesgo latente de recortes presupuestales que afecten la operación de los programas públicos orientados a niñas y niños.

#LaNiñezImporta

1 Cfr. Anexos Transversales del Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio
2021. Disponible aquí.

*Alberto Sotomayor es Coordinador de Investigación del Pacto por la Primera Infancia.

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