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Señor, Señora, Señorita: Si usted será candidato este 2021 esto le interesa

La fórmula para incidir temprana, equitativa y efectivamente en los factores causantes de mala educación, mala salud e inseguridad es proponiendo políticas públicas que promuevan esquemas de cuidado, atención y garantía de derechos para las niñas y los niños en sus primeros años.
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Si en este 2021 usted es o será un candidato, es o será un elector, ya debe saber que vivimos en un país con grandes problemas y enormes retos, todos ellos prepandemia y muchos de ellos agudizados por la misma.

Normalmente las promesas de campaña y las ilusiones del elector se basan en poner remedio a los efectos de los grandes problemas nacionales. Mala educación: más escuelas y maestros; mala salud: más hospitales, medicinas y doctores; inseguridad: más policías, balas y patrullas.

Si hubiera una fórmula para incidir de forma efectiva y temprana en las causas de estos problemas, ¿no la haría parte de su agenda de campaña y de gobierno? ¿Usted no votaría por quien apuesta por tal formula? Le doy solo tres ejemplos, mire usted:

De acuerdo con un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el presupuesto programado en educación para 2021 es de 836 mil 400 millones de pesos, lo que representa 3.3% del PIB1 y el 13.3% del presupuesto de egresos. Aunque no es suficiente y está mal invertido2, la proporción del gasto público en México para educación es el segundo más alto entre los países de la OCDE3; sin embargo, esto no se ve reflejado en el aprovechamiento escolar. La prueba PISA 2018 que es una evaluación internacional, promovida por la OCDE y los países participantes, mide las competencias que han desarrollado los jóvenes de 15 años al final de su etapa educativa obligatoria y que están próximos a insertarse en la educación superior o en el mercado laboral. En el último reporte de la prueba realizada en 79 países, México ocupó el lugar número 53 en lectura, el número 61 en matemáticas y el número 56 en competencias científicas4. La tragedia no solo es en términos de una alta inversión educativa que claramente no reditúa. La tragedia es que la falta de desarrollo de competencias básicas se refleja directamente en la baja productividad, precariedad del empleo y bajo nivel de ingreso.

Por otro lado, de acuerdo al informe Panorama de la Salud: Latinoamérica y el Caribe 2020 de la OCDE, somos el país con mayor obesidad de la región, en consecuencia, las enfermedades más habituales en el país son la hipertensión y la diabetes. Sólo por esta última, la tasa de hospitalización alcanza 248.5 por cada 100 mil habitantes. Prácticamente el doble que el promedio de 122.5 en América Latina y el de 128.9 en la región de la OCDE.5 Además del importante gasto en salud que representan estas enfermedades crónicas, de acuerdo con el INEGI, en 2019 también fueron la principal causa de muerte de los mexicanos6. Este es uno de los principales y más costosos problemas de la salud en México.

Por último, de acuerdo al Global Pace Index 2020, en la región de Centro América y el Caribe, México vuelve a ser el país menos pacífico de la región. 2019 fue uno de sus años más violentos registrados. La tasa de homicidios aumentó de 19.3 a 28.7 por 100.000 habitantes. Más recientemente, ha habido un aumento en la actividad de los carteles cerca de la frontera con los Estados Unidos debido a las restricciones provocadas por la pandemia COVID-19. El impacto económico de la violencia en México fue de 4.57 billones de pesos (US $ 238 mil millones) en 2019, equivalente al 21,3% del PIB del país7. No solo es uno de los problemas más costosos de México, sino el más sensible y preocupante.

Todos estos problemas, tan significativos en nuestro país, tienen un factor de origen en la atención y cuidados que reciben las niñas y los niños en sus primeros años. SÍ, la fórmula para incidir temprana, equitativa y efectivamente en los factores causantes de estos problemas es proponiendo políticas públicas que promuevan esquemas de cuidado, atención y garantía de derechos para las niñas y los niños en sus primeros años. Fíjese bien:

Una niña o un niño con desnutrición crónica y/o anemia en sus primeros años, no va a desarrollar íntegramente la estructura de su cerebro lo cual limitará de forma definitiva su capacidad para el aprendizaje8. Siendo así, resulta irrelevante el gasto en profesores, escuelas y materiales educativos, si las niñas y los niños no los podrán aprovechar en plenitud.
De igual forma, el bajo peso al nacer y la desnutrición durante la niñez son, además, factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares9 que, como vimos líneas arriba son las enfermedades más costosas para el sistema de salud y la mayor causa de defunciones en México. 10

Vivir los primeros años de vida en un ambiente violento o negligente es un factor de riesgo importante para generar conductas de riesgo y antisociales en la edad adulta. El maltrato infantil puede tener consecuencias a largo plazo y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, tales como:

  1. actos de violencia (como víctimas o perpetradores)
  2. depresión
  3. comportamientos sexuales de alto riesgo
  4. embarazos no deseados11
  5. consumo indebido de alcohol y drogas12 entre otros

Como ve usted, la atención y cuidados en los primeros años de vida no es un asunto privado y doméstico; es un asunto público y debe ser de la más alta prioridad en toda agenda de campaña y de gobierno. El reconocimiento de las niñas y niños como titulares de derechos desde sus primeros días significa promover los bienes y servicios que requieren para su pleno desarrollo y fortalecer y acompañar a los padres, las madres y los cuidadores en sus prácticas de crianza.
Garantizar sus derechos en el presente posibilita el ejercicio de sus derechos también futuros, mejora las condiciones de vida de las niñas, los niños y sus familias y con ello el de nuestra sociedad en todos los ámbitos.

De acuerdo a los datos del Censo 2020, en México hay 12, 226,266 niñas y niños entre 0 y 6 años: todos ellos cuentan con padres, madres y cuidadores que estarán atentos a sus propuestas de campaña.

Cada elección es una oportunidad de renovar a las autoridades y reordenar las prioridades. Si usted es o será candidato, ahora ya lo sabe… y sepa usted que sus electores, también.

#LaNiñezImporta

1 Disponible aquí .
2 Disponible aquí .
3 Disponible aquí .
4 Disponible aquí .
5 Disponible aquí .
6 Disponible aquí .
7 Disponible aquí .
8 Disponible aquí .
9 Disponible aquí .
10 Los datos citados son generados antes de la Pandemia, sin embargo, estas enfermedades crónicas también han sido factor de riesgo para incrementar el riesgo de enfermar gravemente o incluso morir a causa del COVID 19.
11 En este artículo no se desarrolla el problema público del embarazo adolescente y los terribles impactos para los padres, los hijos, la salud pública y la economía nacional, pero, como puede verse, también tiene un factor de origen en los primeros años de vida.
12 Disponible aquí .

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