La Presidencia de la Doctora Claudia Sheinbaum llena de esperanza a los movimientos feministas y de protección a la niñez. La realidad de una mujer al mando nos hace pensar en un país capaz de mirar a sus mujeres y sus infancias con una mirada diferente. En particular, una mirada que reconozca que el peso de los cuidados, la crianza y la lactancia no pueden descansar de manera exlusiva sobre los hombros de las mujeres.
Hoy, el éxito de la lactancia cae desproporcionadamente en las madres. Basta escuchar testimonios de mujeres lactantes en todo México para darse cuenta de que decidir amamantar es un grito de guerra:
- Guerra contra unas leyes laborales y una licencia de maternidad insuficientes que obligan a las mujeres a elegir entre trabajar y amamantar.
- Guerra contra la publicidad engañosa, que nos hace creer que las fórmulas son al menos tan buenas como nuestra leche, e incluso mejores.
- Guerra contra un personal de salud poco actualizado y mal entrenado que no sabe resolver problemas y receta fórmulas a la menor provocación.
- Guerra contra familiares, vecinos y amigos que no entienden esa necedad nuestra de darle el pecho a nuestros bebés.
- Guerra contra el agotamiento que supone luchar contra todo y contra todos para amamantar.
Un país que se sostiene sobre la lucha y esfuerzo heróico de sus mujeres debe hacer un serio examen de conciencia. ¿Por qué no hemos construido un sistema que apoye y sostenga a las mujeres que toman la decisión de amamantar? Quzá la respuesta se encuentre en que no entendemos los enormes beneficios societales, y no solo individuales, de la lactancia materna (de la misma forma que no valoramos la crianza o los cuidados).
Las niñas y los niños alimentados de manera exclusiva con leche materna tienen menos probabilidad de enfermar y morir1. Además de la sobrevida, las niñas y los niños amamantados gozarán de mayor salud durante toda su vida, pues tendrán menor probabilidad de padecer diabetes, obesidad e hipertensión en la vida adulta2. Por si eso fuera poco, se ha desmostrado que la lactancia prolongada tiene efectos positivos sobre el coeficiente intelectual, es decir, la lactancia hace niños más listos3. Incluso hay evidencia que asocia la lactancia prolongada con mayores ingresos en la vida adulta4. En su conjunto, estos efectos positivos suponen enormes ahorros en terminos de gastos en salud, y altos retornos debido a las mayores capacidades y habilidades físicas, intelectuales y emocionales a lo largo de toda la vida.
Pero las niñas y los niños no son los únicos beneficados. Las madres que logran amamantar a sus hijos desde la primera hora de vida y de manera continua hasta los 2 años o más, tienen menos probabilidad de presentar cáncer de mama, de ovario y de útero; así como menor probabilidad de depresión postparto y de diabetes tipo 25.
Aunado a ello, la decisión de amamantar por encima de la alimentación artificial tiene un tremendo beneficio ambiental, en tanto que supone un ahorro de recursos hídricos y evita la contaminación generada por los desechos sólidos derivados de la fórmula (i.e. latas).
Así pues, la lactancia otorga enormes dividendos societales, pero la factura la pagan solo las mujeres. ¡Nada más injusto! Pero esta realidad puede modificarse. Nos toca a todos, sector público, privado y social, hacernos corresponsables de los cuidados, de la crianza, y de la lactancia.
¿Qué le toca a los gobiernos? Muchísimo. Primero, un plan desarrollado entre los sectores de salud, educación, trabajo y bienestar con el objetivo compartido de incrementar las prevalencias de lactancia materna exclusiva, atacando las principales barreras que las mujeres enfrentamos para amamantar. Algunas de las medidas críticas de esta plan deben incluir la ampliación a 26 semanas de la licencia de maternidad, a 28 días mínimo la licencia de paternidad y una licencia de maternidad para el sector informal (transferencia económica focalizada); un Plan Nacional de Capacitación en Consejería en lactancia materna; una campaña de comunicación para el cambio de conducta en materia de lactancia materna y sanciones ejemplares a quienes violen el Código de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna
¿Qué le toca a las empresas? Entender que la crianza, el cuidado y la lactancia son acciones y prácticas absolutamente esenciales en la construcción del capital humano, de las habilidades futuras y de la productividad en general. En ese sentido, crear políticas de conciliación de reconozcan y apoyen la complejidad de estos, y que además premien el involucramiento de los hombres en ellos.
¿Qué le toca a la sociedad? Investigar, reconocer, visibilizar y exigir. Amplificar la voz de las mujeres y sus experiencias para que sus relatos resuenen y conmuevan las estructuras de poder. Usar la evidencia científica y los datos existentes para que los relatos trasciendan de lo anecdótico y se constituyan en prueba irrefutable del racional ético-económico-político de apoyar a las mujeres en sus decisión de amamantar, y a cada niño y niña en su derecho de tener la mejor alimentación, salud y cuidado desde el inicio de la vida.
En favor de toda una Nación, construyamos un país amigo de la lactancia. Hagamos de México el mejor país para nacer.
Referencias
- Horta BL, Victora CG. Short-term effects of breastfeeding–a systematic review on the benefits of breastfeeding on diarrhoea and pneumonia mortality. Geneva: World Health Organization; 2013.
- Horta BL, Loret de Mola C, Victora CG. Long‐term consequences of breastfeeding on cholesterol, obesity, systolic blood pressure and type 2 diabetes: a systematic review and meta‐analysis. Acta Paediatrica. 2015;104(S467):30-7.
- Horta BL, de Mola CL,Victora CG. Breastfeeding and intelligence: a systematic review and meta-analysis. Acta Paediatrica. 2015;104(S467):14–9.
- Victora CG, Horta BL, de Mola CL, Quevedo L, Pinheiro RT, Gigante DP, et al. Association between breastfeeding and intelligence, educational attainment, and income at 30 years of age: a prospective birth cohort study from Brazil. The Lancet Global Health. 2015;3(4):e199-e205.
- Chowdhury R, Sinha B, Sankar MJ, Taneja S, Bhandari N, Rollins N, et al. Breastfeeding and maternal health outcomes: a systematic review and meta-analysis. Acta Paediatrica. 2015; 104(S467):96–113.